viernes, 19 de junio de 2009

Progreso, globalización y exclusión.


En la actualidad la globalización es visualizada como fundamental para el progreso ya que permite una mayor interacción económica entre los países y además integra a países subdesarrollados en la economía mundial, favoreciendo el crecimiento económico de éstos últimos. Sin embargo esta mirada tan positiva del proceso de globalización me produce cierta desconfianza ¿será tan beneficioso el proceso de globalización para todos los países por igual? Creo que la respuesta está a la vista: claramente no, ya que la globalización es en gran medida un proceso homogeneizador donde el que no sigue su ritmo simplemente queda excluido de él. Tenemos como ejemplo de integración principalmente (si es que no únicamente) a los países Europeos y Estados Unidos donde sin duda la globalización ha favorecido tremendamente sus economías, las cuales se han abierto al mundo obteniendo resultados realmente buenos, pero por otro lado tenemos regiones del mundo donde el efecto de ésta ha sido totalmente excluyente como en la mayoría de los países Africanos y Latinoamericanos. Vimos en clase como la gente muere de hambre en África y eso es algo totalmente inconcebible, es algo que uno no se puede explicar, como es posible que en pleno siglo XXI todavía la gente muera de hambre… al pensar en eso realmente da vergüenza hablar de progreso o de globalización porque pareciera que sólo son favorecidas las grandes potencias económicas que ya he nombrado mientras otros siguen muriendo de hambre ante la mirada egoísta y cínica de los que pueden hacer algo para terminar con esto y no lo hacen. Si es así como funciona el sistema globalizado entonces no estoy de acuerdo, creo que para que algo sea positivo debe estar basado en el principio de igualdad y no en el beneficio de algunos y sufrimiento de otros y en este caso me parece que lo que se produce realmente es una globalización de la desigualdad.

Otro tema importante que se salta la globalización es la cultura, en Chile por ejemplo cabe preguntarse ¿donde entran los pueblos originarios, como los mapuche por ejemplo, en este proceso? La respuesta es simple: no entran, porque la globalización es un proceso homogeneizador como dije anteriormente y lo diferente sencillamente queda fuera. Ahora muchos dirán que los pueblos originarios están fuera porque quieren (lo que es totalmente comprensible si es que quieren conservar su cultura) y pueden tener razón, pero lo que es preocupante es que si no les interesan estos nuevos procesos que se desarrollan en el mundo, quedan marginados del resto de la sociedad nacional y global ya que no hay otras alternativas ni económicas ni de otro tipo para los que decidan estar fuera, lo que inevitablemente acarrea miseria y pobreza para éstas minorías étnicas que desean conservar sus raíces, pero que cada vez se ven más obligadas a adaptarse a la sociedad dominante para poder sobrevivir.

La pregunta entonces es: ¿Es realmente integradora la globalización? Cada uno puede sacar sus propias conclusiones.

Referencia: Gilabert S. José Antonio, "La otra globalización". Editorial Biblioteca Nueva, S. L, Madrid, 2002.


Pulicado por: Ana Colimil Cayuqueo

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